La modificación en la organización habitual de nuestros artículos obedece a la intención de que cada apartado se corresponda con los momentos de una clase o con lo que podría constituir las fases de una secuencia didáctica y que se denominan: anticipación, construcción del significado, consolidación.
Los fundamentos que no pueden faltar
Se propone al lector una serie de preguntas o consignas disparadoras que podrían funcionar como organizadores previos, con el fin de que logre incluir en un marco sus conocimientos previos acerca del tema.
Esta actividad puede ser desarrollada de manera individual y, posteriormente, puede ser trabajada con los colegas en momentos de intercambio y reflexión promovidos por la institución.
Para comenzar
En nuestra vida cotidiana nos enfrentamos a una cantidad de problemas de diverso tipo…
- ¿Podría citar por lo menos tres problemas que usted haya debido enfrentar y e intentado resolver en los últimos tiempos?
- ¿Por qué considera que los ejemplos que ha citado citado pueden ser ubicados en la categoría de problemas?
- Entre estos ejemplos, distinga aquellos en los que sus acciones o decisiones pueden o han podido mejorar o resolver la situación inicial.
- Piense un problema que haya podido solucionar.
- Para resolver el problema en cuestión, ¿qué estrategias o habilidades tuvo que poner en juego? (Procure detallar los pasos o los procesos necesarios para la resolución).
- ¿Podría establecer una comparación entre los problemas de la vida cotidiana y las situaciones problemáticas que se les proponen a los alumnos en la escuela? Precise semejanzas y diferencias.
Ahora, si pensamos en las situaciones de enseñanza…
- ¿Cómo definiría usted la expresión situación problemática?
- ¿Cuál es la intencionalidad pedagógica de proponer situaciones problemáticas a los alumnos?
- Identifique las habilidades cognitivas y sociales que los alumnos ponen en juego frente a las situaciones problemáticas.
- ¿Se podría trabajar con situaciones problemáticas en otras áreas curriculares? ¿Por qué?
La alfabetización matemática inicial requiere del uso y del dominio de la numeración y el cálculo para que los alumnos aprendan a resolver situaciones problemáticas dentro del aula y fuera de ella.
Para compartir con los colegas
Identifique su grado de aceptación en relación con las siguientes afirmaciones:
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MUY DE ACUERDO |
ALGO DE ACUERDO |
PARA NADA DE ACUERDO |
A los alumnos les gusta resolver situaciones problemáticas |
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Los alumnos suelen preguntar: ¿es de más o de menos? |
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A los alumnos les cuesta diferenciar datos de incógnita |
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Los alumnos suelen realizar sumas cuando en un problema aparecen solamente dos cifras |
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Primero se enseñan los contenidos, luego se proponen los problemas |
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Si lo desea, puede incorporar otras afirmaciones al cuadro.
Elabore junto con sus colegas alguna hipótesis o una conclusión a partir de los datos del cuadro que contienen sus opiniones.
Para que adquieran las estrategias matemáticas adecuadas y aprendan a implementar el método científico, conviene que los chicos practiquen con situaciones de la vida diaria, cercanas a ellos.
Los fundamentos que no pueden faltar
Los avances en la didáctica han identificado la resolución de problemas como una actividad importante para el aprendizaje de la matemática; por otra parte, la complejidad de la sociedad y del mundo en el siglo XXI hacen necesario que la escuela ofrezca a los alumnos la posibilidad de desarrollar y afianzar estrategias para enfrentar y resolver situaciones nuevas.
De hecho, si consideramos que la numeración y el cálculo son conocimientos que diferencian a un sujeto alfabetizado de uno que no lo es, es preciso atender a la relación que existe entre alfabetización y matemática. La alfabetización matemática inicial requiere del uso y del dominio de tales conocimientos para que sea posible aplicarlos tanto en distintas situaciones, dentro y fuera del ámbito escolar, como definirlos, al reconocerlos como objetos de una cultura. Esto implica considerar, en relación con esos conocimientos, tanto el dominio de los modos de resolución como de las formas de comunicación y razonamiento propios del quehacer matemático.
Los expertos señalan que, para que los alumnos adquieran el dominio de la numeración y el cálculo, deberían “hacer matemática” en el aula, y ello implica la resolución desituaciones problemáticas muy diversas.
Este proceso de resolver situaciones problemáticas contribuye, además, a que el alumno desarrolle una disposición hacia el aprendizaje de la matemática.
“… intencionalmente busca los significados de las ideas matemáticas y discute el sentido de las soluciones de los problemas planteados”.
Nos hallamos frente a un problema cuando nos encontramos en una determinada situación y deseamos llegar a otra, algunas veces conocida y otras veces algo confusa, y no sabemos cuál es el camino que puede conducir de una situación a la otra.
La enseñanza a través de la resolución de problemas permite una manera de ofrecer significado a aquello que se está enseñando. De esta manera, “aprender matemática” es construir el sentido de los conocimientos (conceptos y procedimientos) y la actividad matemática esencial es la resolución de problemas y la reflexión acerca de éstos.