Los fundamentos que no pueden faltar
Todos los docentes, en mayor o menor medida, hemos atravesado la experiencia de la participación en la muestra escolar.
Intentaremos en estas líneas abrir un espacio de reflexión para resignificar esta práctica que desde hace unos años a esta parte parece ser la "vedette" en las instituciones educativas.
En primer lugar, intentaremos responder la siguiente pregunta: ¿qué entendemos por mostrar? El Diccionario de la Real Academia Española señala que mostrar significa: poner a la vista, exhibir, dar a conocer. Aparecen otras definiciones como: parte pequeña de un todo que sirve para darse cuenta de éste, etcétera. Como se advierte, todas las acepciones refieren a poner en evidencia, dar cuenta de algo, dar a conocer algo que normalmente no se ve, y otras más.
Ahora bien, si en la muestra escolar los docentes nos proponemos mostrar cosas, sería bueno preguntarnos acerca de lo que vamos a mostrar, acerca del contenido -lo que contiene- de la muestra.
En este sentido, podemos afirmar que en una muestra escolar, los docentes exponemos los trabajos y las producciones de los alumnos en todas las áreas. Lo que los alumnos hacen son reveladores de la propuesta pedagógica de la escuela y de las estrategias didácticas de los docentes. Esto es así porque a partir de los trabajos de los alumnos se pueden conocer los criterios, las concepciones y las valoraciones de los docentes.
Cabe preguntarse entonces, ¿para quién es la muestra? Obviamente, se muestran los trabajos de los chicos para los padres, para toda la comunidad educativa, para los aspirantes o interesados en la escuela, etcétera. Lo cierto es que habría que asegurarse de que esta intención no se aleje de una acción educativa, de que aquello que mostramos sea realmente un reflejo de un trabajo genuino de los alumnos. Por otra parte, podemos hacer coincidir una intención estratégica de la escuela con una intención pedagógica real. Para ello, será necesario que las actividades que realizan los alumnos no pierdan sentido, no estén vacías de significado y, por el contrario, se encuentren apoyadas en sólidos criterios pedagógicos como la significatividad, la integración de contenidos disciplinares, entre otros.
La muestra escolar representa el producto final del trabajo de los alumnos en todas las áreas, y se orienta a mostrarlo a los demás agentes de la vida escolar: padres, alumnos, docentes, autoridades y comunidad.
Una propuesta de esta naturaleza nos exige entonces un desafío como educadores e implica una diferencia profunda en la concepción de la enseñanza y del aprendizaje tradicional.
Si logramos entender la muestra escolar como aquella instancia en que la escuela se abre a la comunidad educativa para compartir y comunicar su propuesta a través de los trabajos de los alumnos, y si logramos trabajar con ellos para promover un aprendizaje basado en la integración y en la comprensión, estaremos otorgando sentido al aprendizaje en la escuela.
Como ya hemos dicho en otras oportunidades, para garantizar la significatividad de los aprendizajes es preciso desarrollar acciones de enseñanza que apunten a que -entre otras cosas- los alumnos puedan establecer la mayor cantidad de interrelaciones posibles entre los nuevos contenidos escolares y los ya adquiridos tanto dentro de la misma disciplina y como de las otras. En un sentido más estricto, la intencionalidad de un enfoque integrador es la superación de una enseñanza sustentada en la enumeración de datos aislados.
Una propuesta que genere conexiones entre los contenidos está basada en la idea de favorecer un aprendizaje desde la comprensión antes que desde la repetición. En este sentido, una enseñanza que promueva la integración de los contenidos resultará más eficaz porque ello implica una adquisición de los contenidos de una manera más fluida y rápida, una retención más duradera una recuperación de lo aprendido de modo más sencillo.
Podemos pensar que la muestra puede constituirse en un proyecto en común de los chicos de toda la escuela y de sus docentes. La muestra escolar, de hecho, incluye varias disciplinas, se ubica en un marco real (porque procura establecer una conexión entre los alumnos y la realidad), responde a verdaderos intereses de los agentes involucrados -padres, alumnos, docentes, autoridades escolares- y adquiere cuerpo en un producto final.
La muestra escolar es el producto final concreto de la participación de todos los alumnos y de todas las disciplinas que integran la propuesta de la escuela.
La muestra escolar es -y debe ser- reveladora de una propuesta pedagógica y de las estrategias didácticas implementadas por el docente para lograr un aprendizaje significativo -sobre la base de la integración y de la comprensión- por parte de los alumnos.
Será importante tener en cuenta algunos puntos esenciales para que la muestra no se convierta en un listado de actividades inconexas. En principio, puede contener un eje bien claro y definido, que podría elaborarse en torno a un tema, un valor, una idea o un mensaje que los educadores deseen transmitir y a partir del cual se propondrán actividades de los alumnos. Se pretende que a partir de estas actividades pongan en juego y consoliden diferentes competencias y saberes.
Es deseable que la planificación de actividades para la muestra se realice de manera conjunta (docente y alumnos), aunque también es posible que sea sugerida por el docente y enriquecida con el aporte de los niños.
Los trabajos para la muestra pueden presentarse como disparadores para abordar nuevos contenidos, o bien pueden ser diseñados para que los alumnos recuperen y apliquen los contenidos ya trabajados en la realización de las actividades.
En cualquiera de los casos, el docente no deberá perder de vista que él es quien conduce la situación de enseñanza, con lo cual tendrá que orientar la realización de todas las actividades en función de los contenidos trabajados, los objetivos que se propone y el tema seleccionado para la muestra.
Las ideas que construimos sobre el tema
Cuántas veces nos habremos sorprendido pensando…
- ¡¡Otra vez la muestra!! ¿Qué puedo hacer?
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Pierdo mucho tiempo preparando cosas para los padres.
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¡Tanto esfuerzo para un solo día de exposición!
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Primero selecciono los trabajos más lindos y con eso les pido a los chicos que armen un mural.
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¿Reunirnos con los profesores especiales? Mejor yo lo planifico todo en casa y después les cuento mi idea.
Seguramente a éstas se podrán incorporar otras tantas situaciones que escuchamos o vivimos a diario en la escuela. Para cambiar las prácticas escolares será necesario reflexionar sobre lo que hacemos y ello implica cambiar las formas en las que los docentes interpretamos nuestras prácticas.
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Algunas puntas para la tarea en el aula
El armado de la muestra es una creación colectiva en la que se involucra la institución, y como proyecto escolar sería deseable que se cumplimentaran los siguientes pasos:
- Selección del tema.
- Selección de los contenidos curriculares involucrados.
- Elección de productos parciales por curso.
- Diseño cuidadoso de las actividades posibles, supeditadas al producto final.
Para pensar la organización de la muestra
En primer lugar, sería deseable que todo el equipo docente y directivo pensara el criterio para organizar la muestra escolar que, como se ha dicho más arriba, puede ser un tema, un valor, una época histórica, un mensaje, etcétera. Por ejemplo:
- Juegos, juguetes y jugadores
- La era de las comunicaciones
- Inventos locos con materiales y objetos cotidianos
- Leyendas urbanas y rurales
- La tolerancia, un camino para construir la paz
- Grandes artistas del siglo XX
Luego, será necesario que se diseñen los lugares de la muestra. Pueden ser espacios cerrados o abiertos. Lo ideal sería que pudieran ser utilizadas las carteleras, las paredes del patio y las aulas o los salones de la escuela.
Para una mejor organización, sería conveniente armar comisiones de trabajo, o bien un listado con las diferentes funciones, y distribuir las tareas por curso, por ejemplo:
- la comunicación a las familias y a la comunidad;
- las invitaciones a las familias y a las autoridades;
- las palabras de bienvenida;
- los guías de los visitantes en cada uno de los espacios de la muestra;
- los folletos o programas con horarios de presentación de actividades comunes a todos los cursos;
- los murales generales y carteleras;
- la ornamentación de los diferentes espacios y salones;
- la organización de espacios para que los presentes dejen sus comentarios;
- la música;
- la limpieza del lugar.