Los fundamentos que no pueden faltar
Existe cierto acuerdo entre los educadores de todos los niveles, también compartido por la sociedad en su conjunto, respecto de las funciones y los propósitos de la tarea de educar en relación con la autonomía de los alumnos. Esto presupone la intención de formar hombres y mujeres que, como ciudadanos, logren enfrentarse y resolver situaciones; es decir, intenten la búsqueda de soluciones a partir de respuestas nuevas.
Una de las funciones de la educación es el desarrollo de capacidades de los alumnos para lograr identificar problemas y tomar decisiones que tiendan a la búsqueda de soluciones.
En la escuela, estimulamos diferentes tipos de capacidades cognitivas: las analíticas, las creativas y las prácticas.
- Enseñamos y evaluamos las capacidades analíticas cuando pretendemos que los alumnos: comparen, contrasten, analicen, argumenten, critiquen.
- Enseñamos y evaluamos las capacidades creativas cuando pretendemos que los alumnos: elaboren, inventen, imaginen, diseñen, anticipen.
- Enseñamos y evaluamos las capacidades prácticas cuando pretendemos que los alumnos: apliquen, manipulen, pongan en práctica, utilicen, demuestren.
"Lo más importante en la enseñanza es el equilibrio. Los alumnos deben tener la oportunidad de aprender por medio del razonamiento analítico, creativo y práctico. No existe una única forma correcta de enseñar o de aprender" (Sternberg y Swerling, 1999).
Según los autores citados, la acción de razonar bien consiste en un conjunto de habilidades de razonamiento utilizadas para resolver problemas académicos y cotidianos.
Es necesario aclarar que un problema es una situación nueva, para cuya resolución un sujeto debe realizar determinadas acciones y no otras. "Problema" no es sinónimo de "ejercicio".
Desde el punto de vista psicológico -según lo plantean los autores Pozo, Postigo y Crespo-, un problema es una situación nueva, diferente de las situaciones conocidas, que resulta interesante o inquietante, y en la cual el sujeto advierte el punto de partida y de llegada pero desconoce los procesos mediante los cuales puede resolverla. Es una situación que, además, permite varias vías de solución.
Para resolver una situación nueva, el sujeto necesita poder utilizar de manera estratégica los conocimientos de los que dispone y, además, saber apropiarse de otros nuevos para lograr su objetivo.
Muchos autores distinguen "problema" de "ejercicio", al que consideran una situación ya conocida, rutinaria y desprovista de sorpresa en la que el sujeto enfrenta una dificultad pero para su resolución conoce de antemano el procedimiento. Es decir que cuando los alumnos realizan ejercicios, reproducen acciones probadas y conocidas. En cambio, frente a los problemas los alumnos ponen en juego diferentes tipos de saberes relacionados con los conceptos, los procedimientos y/o las actitudes.
A pesar de estas diferencias conceptuales, vale la pena considerar que:
- lo que puede ser un problema para una persona puede no serlo para otra;
- puede suceder que un problema se convierta en un ejercicio o viceversa.
Las estrategias que se utilizan para enfrentar y resolver problemas son procedimientos cognitivos que se usan de manera intencional para realizar tareas que de ninguna manera podrían reducirse a secuencias automatizadas. Estos procedimientos requieren capacidades para la planificación y el control de las acciones, al mismo tiempo que capacidad de reflexionar sobre lo hecho.
Los trabajos sobre resolución de problemas se consideran bajo dos perspectivas. Una es la de resolución de problemas como una estrategia didáctica para el abordaje de los contenidos y otra es la capacidad de resolución de problemas que permite el desarrollo de ciertas estrategias cognitivas y metacognitivas como logro fundamental de toda la educación básica y polimodal.
Más allá de la intencionalidad del docente, es sabido que en todo proceso de resolución de problemas se encuentran involucradas ciertas capacidades de tipo genéricas (cognitivas y motivacionales). Por ejemplo:
- identificar qué es lo que se busca,
- concentrarse en la búsqueda de soluciones,
- aceptar otros puntos de vista y modificar estrategias,
- recuperar saberes para la resolución del problema,
- organizar, planificar y gestionar las acciones,
- validar las respuestas y los procedimientos puesto que la solución de un problema no es una receta a seguir ni una sucesión de pasos secuenciados,
- animarse a buscar soluciones a riesgo de equivocarse.
¿Qué significa resolver problemas?
Desde la perspectiva planteada, el método de resolución de problemas implica identificar la tarea o el problema, planificar las acciones que se implementarán para llegar a la meta, ejecutarlas y luego evaluarlas.
En el proceso de resolución de problemas hay capacidades genéricas vinculadas con el procesamiento de la información. Al definir, plantear, y resolver el problema, se activan estrategias cognitivas vinculadas con la búsqueda, selección, adquisición, interpretación, análisis y comunicación de la información.
Por otra parte, resolver un problema implica tomar decisiones y poner en marcha procedimientos y/o estrategias como: experimentación, ensayo y error, búsqueda de analogías, etcétera.
La solución de problemas no siempre es lineal, lo que implica a menudo la revisión y evaluación de las estrategias y su modificación, en el caso de que fuera necesario.
Una vez obtenido el resultado, comunicar la información también requiere de ciertas estrategias vinculadas con la elección y el modo de expresión adecuados al contenido que se desea informar (cuadros, gráficos, esquemas, tablas, informes escritos u orales, etcétera).
Las ideas que construimos sobre el tema
En relación con la resolución de problemas se escuchan voces que afirman que ayudan a los alumnos a pensar, que favorecen el aprendizaje significativo, que constituyen una estrategia didáctica para emplear en todas las áreas curriculares, etcétera.
Resulta pertinente puntualizar que a menudo circulan ideas que dan cuenta de cierta confusión sobre el tema. Ello sucede cuando:
- no distinguimos los problemas de los ejercicios,
- pensamos que solamente podemos presentar problemas en las horas de matemática y que los problemas se resuelven realizando operaciones,
- creemos que problemas son tareas o acertijos,
- consideramos el problema como sinónimo de pregunta (por ejemplo: ¿Cuáles son los límites de la Argentina?),
- valorizamos los resultados correctos por sobre los procedimientos y las estrategias.