Algunas puntas para trabajar en el aula
El método de resolución de problemas incrementa la motivación en la medida en que favorece el compromiso de los alumnos, promueve el aprendizaje significativo al favorecer el contacto con situaciones de la realidad, estimula la reflexión sobre el propio aprendizaje e incentiva el pensamiento crítico, creativo y reflexivo.
Para que esto ocurra, será necesario tener en cuenta la variedad de las situaciones problemáticas que se presentan a los alumnos, la manera en que se definen o plantean los problemas. En realidad, el docente ocupa un lugar de orientador en la búsqueda de la solución. Se prevé que los alumnos se apropien de la técnica de resolución de problemas que consta de cuatro pasos a seguir y que han sido desarrollados por G. Polya.
1. Comprensión del problema
Comprender el problema implica que el alumno tome conciencia de él. Uno de los factores que lleva a tomar conciencia del problema es el grado de conocimiento que se tenga de la situación y, además, la significación. Para que un alumno se plantee un problema, debe entenderlo y desear resolverlo, a la vez que su solución debe ser considerada posible.
Aquí el docente puede orientar a los alumnos formulando preguntas que les permitan interpretar el problema. Por ejemplo: ¿Qué es lo que sé? ¿Qué tengo que averiguar? ¿De qué otra manera puedo formular este problema?
Una alternativa posible es incentivar a los alumnos a que ellos formulen problemas a partir de diferentes situaciones que presenta el maestro. Por ejemplo:
- hechos de la realidad como un conflicto bélico, un desastre ecológico, un problema social,
- hechos que parecen contradecir las ideas comúnmente compartidas.
2. Concepción y diseño de un plan para resolverlo
En realidad, al concebir el plan los alumnos comienzan a formular posibles hipótesis como respuestas tentativas o soluciones probables para resolver el problema. Estas hipótesis se basan en datos que pueden estar presentes en el mismo problema o pueden formar parte de los conocimientos que ya poseen los alumnos.
En este sentido, ellos deberán apelar a la recuperación de sus conocimientos y al empleo de estrategias propias del razonamiento heurístico, como dibujar figuras y/o diagramas, aprovechar problemas relacionados, explorar analogías, reformular el problema, introducir elementos auxiliares en un problema, generalizar, descomponer el problema en simples casos, establecer metas relacionadas, invertir el problema, usar material manipulable, proceder por ensayo y error, usar tablas y listas ordenadas, buscar patrones y reconstruir el problema.
3. Ejecución del plan
En este paso, los alumnos ponen en acción las estrategias indispensables para hacer efectiva la decisión de seguir el camino elegido y, a partir de aquellas, determinar en qué medida sus capacidades les permiten resolver la dificultad planteada. En esta etapa se ponen a prueba las hipótesis y se buscan datos para comenzar a afirmarlas o a rechazarlas. Para ello, se utilizan datos de diferentes tipos: históricos, estadisticos, entre otros, y a partir de diversas fuentes: textos enciclopédicos o escolares, Internet, fuentes orales (entrevistas, leyendas, radio, TV), material impreso, etcétera.
4. Visión retrospectiva
En esta instancia se decide la verificación de los pasos seguidos y de alguna manera, la validez de la hipótesis inicial como respuesta al problema.
Se movilizan estrategias metacognitivas, como planear, evaluar y decidir relacionadas con el monitoreo y el control relacionada con la selección e implementación de recursos, estrategias y acciones.
Se movilizan nuevamente estrategias cognitivas vinculadas con el análisis de la información. Esto implica poder juzgar críticamente y analizar los datos disponibles. El docente puede orientar a sus alumnos con preguntas: ¿Qué significan estos datos? ¿Cómo se relacionan con los otros datos que tenemos? ¿Cuál es la relación de los datos con las hipótesis que ustedes pensaron?
Una vez analizados los datos, es necesario traducir la información que implican estrategias cognitivas de selección y comunicación.
Los pasos planteados ayudan a establecer esta técnica como un recurso que enseñamos a los alumnos a fin de que puedan apropiarse de ella para la resolución de problemas. Es necesario insistir en el hecho de que, además, los problemas ayudan a desarrollar el pensamiento, con ellos les enseñamos a nuestros alumnos a pensar, constituyen un medio y no un fin en sí mismo.
Una propuesta para implementar el "paso a paso"
Si el docente desea trabajar en el aula con esta metodología, es conveniente que su implementación se realice de manera gradual.
1) Familiarización
El docente presenta uno o dos problemas para trabajar juntamente con sus alumnos con el propósito de motivarlos para que tomen conciencia de la importancia que tienen las capacidades de aprender para la vida cotidiana. Es deseable que proporcione únicamente la estructura mínima necesaria, orientando a los alumnos para que definan y resuelvan los problemas, y evalúen las soluciones alternativas a medida que avanzan.
También, el docente puede proponer a los alumnos que elaboren sus propios problemas y que los resuelvan conjuntamente.
2) Resolución de problemas dentro del grupo
En esta etapa el docente propone la resolución de problemas en grupos. Solicita a los alumnos que aporten ideas y que utilicen los procesos y estrategias que aprendieron.
3) Resolución de problemas entre grupos
Implica la resolución de problemas entre los distintos grupos para desarrollar soluciones alternativas. Todos los grupos pueden trabajar en forma independiente para luego comparar las soluciones. La resolución de problemas entre los distintos grupos estimula las estrategias metacognitivas en la medida en que permite a los alumnos revisar, comparar, controlar y evaluar las estrategias y las soluciones.
4) Resolución individual de problemas
Esta etapa se sitúa generalmente después de la resolución de problemas en grupos y entre ellos. Se estimula a los alumnos para que de manera individual recuperen los mismos procedimientos que han realizado anteriormente.
Para ampliar la información sobre este tema:
Avolio de Cols, Susana: Conducción del aprendizaje . Buenos Aires, Marymar, 1.a ed., 1977.
El desarrollo de estrategias cognitivas. El desarrollo de capacidades para enfrentar y resolver problemas . Documento de capacitación. Reunión Técnica Federal con Directores Provinciales y responsables del Tercer Ciclo de la EGB y la Educación Polimodal - Secretaría de Ecuación, subsecretaría de Equidad y Calidad - Dirección Nacional de Gestión Curricular y Formación Docente - Ministerio de Ecuación, Ciencia y Tecnología , 2002.
Mancini, L. y Martínez Filomeno, S.: Curso de Educación a distancia: "Nuevos enfoques sobre la enseñanza - estrategias para una práctica pedagógica eficaz". Módulo 3 . Buenos Aires, Santillana Docentes, 2001.
Polya, G: ¿Cómo plantear y resolver problemas? México, Trillas, 1981.
Sternberg, R y Swerling, L. Enseñar a pensar . Madrid, Aula XXI - Santillana, 1999. |