Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá..., son las palabras de Jesús invitándonos a orar, a pedir con sencillez y confianza a nuestro Padre. Necesitamos de sus bendiciones y de su ayuda. Pedir como un niño a su padre: por nosotros mismos y por las demás. Y después, esperar con total confianza ("se les dará, encontrarán, se les abrirá..."). Tenemos la certeza de que recibiremos lo que pedimos. Sin embargo, es necesario saber esperar y tener ojos de fe, para ver que muchas veces recibimos lo que pedimos, pero de un modo distinto al que esperábamos -ciertamente mucho mejor- porque es conforme a la voluntad del Padre y no conforme a nuestros caprichos o deseos. El final del pasaje evangélico habla por sí solo y nos termina de iluminar: "si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre Celestial dará cosas buenas a aquellos que se las pidan!"
Como hijos de Dios y como ciudadanos, tenemos el deber de orar por nuestra Patria. Con este fin hemos trabajado con un grupo de alumnos de 2º año del nivel secundario de la Escuela Argentina Modelo, la Oración por la Patria que elaboraron nuestros pastores y por medio de la cual nos invitan a pedir confiados por nuestras necesidades. Las reflexiones que surgieron del trabajo con los alumnos fueron expuestas en el acto del 192.º Aniversario de la Revolución de Mayo que se realizó en nuestra Escuela. A continuación compartimos con ustedes algunos breves y sencillos pensamientos desarrollados por los alumnos.
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
No sentimos heridos y agobiados. Precisamos tu alivio y fortaleza.
La crisis que vivimos actualmente los argentinos, nos agobia y entristece. Muchas veces nos encontramos sin fuerzas y cansados. Jesús es nuestra fortaleza: "...vengan a mí los que estén afligidos y agobiados y Yo los aliviaré..." Jesús es el Buen Pastor que conoce a sus ovejas. Él es el Pastor que sana nuestras heridas. (Mariana Barassi)
Queremos ser Nación, una Nación cuya identidad
sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común.
Debemos ser una Nación que sea reconocida por la verdad. Esto nos exige estudiar y formarnos para poder diferenciar la verdad del error, lo bueno de lo malo. El compromiso por el bien común nos invita a tener en cuenta las necesidades de todos los argentinos y no solamente las individuales. Con solidaridad podemos atender las necesidades de toda la Nación sin excluir a nadie. (Delfina Stortini)
Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios
para amar a todos sin excluir a nadie...
Jesús te ofrecemos nuestros ojos para que sepamos ver a los demás como vos los ves. Te ofrecemos nuestra mirada para que veamos a los demás como hermanos, y no como competidores o enemigos. Somos todos hermanos en la fe, hijos de un mismo Padre. (Juan Martín Pereira Sibilla, Lucía Acevedo, Eliana Trovato)
...privilegiando a los pobres y perdonando a los que nos ofenden, aborreciendo el odio y construyendo la paz.
Esta frase nos invita a no dejar de lado las necesidades de los más pobres. Hay que ayudarlos, cada uno desde sus posibilidades. (Andrés Boeninger)
El Señor nos invita a perdonar a los que nos ofenden y a recibir el perdón de los que nos han ofendido y se han arrepentido. Para esto es necesario desterrar los sentimientos de maldad y reemplazarlos por sentimientos positivos: amor, paz, solidaridad... La paz es fruto de la buena relación con Dios y con los demás, lo cual exige despojarse del egoísmo y la indiferencia. Buscar desinteresadamente el bien común. (Natalí Aún)
Concedemos la sabiduría del diálogo y la alegría de la esperanza que no defrauda.
En esta parte le pedimos al Señor la humildad necesaria para aprender a dialogar, reconociendo con apertura y tolerancia lo que hay de bueno y verdadero en opiniones distintas a las nuestras. Esta es la sabiduría del diálogo. Si ponemos nuestra alegría solamente en expectativas terrenas nos frustramos. Debemos mirar hacia arriba y poner esperanza en lo que está más allá, y esa será la causa de la verdadera y duradera alegría. (Pablo Alleruzzo, María S. Giménez, Mariano Amendolaro)
Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor, cercanos a María, que desde Luján nos dice: ¡Argentina! ¡Canta y camina! Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos. Amén.
Esta parte de la oración por la Patria quiere decir que Jesús nos llama, nos reúne. Y todos los argentinos le respondemos que estamos acá en Argentina, cercanos a la Virgen de Luján que nos da fuerza y palabras de aliento como toda madre y Patrona de un país. Todos los argentinos le pedimos ayuda a nuestro Señor porque Él nos puede guiar para poder llegar a ser un país mejor. (Luis González Balcarce)
Prof. Joaquín Viqueira
Escuela Argentina Modelo |