En la Casa de la Educación, sede del Consejo Superior de Educación Católica (CONSUDEC), se desarrollará el 13º CURSO DE DIRECTIVOS DE NIVEL INICIAL y EGB 1 y 2 "Educar ciudadanos para la paz" (21, 22 y 23 de julio), destinado a directivos y docentes en general.

Con estas líneas queremos adherir a la propuesta de CONSUDEC y aportar algunas ideas sobre el lema del curso.

Podemos decir que educar ciudadanos para la paz implica educar ciudadanos para el progreso y la dignidad de las personas, para la solidaridad y la cooperación, para la justicia y la tolerancia; es intentar comprender y respetar al otro aunque sus ideas sean opuestas; es esforzarse por reconocer que diferentes personas y culturas pueden interactuar, sin perder su propia identidad y teniendo en cuenta el bien común.

En definitiva, educar ciudadanos para la paz es "querer y aprender a vivir juntos". Se trata de un verdadero "desafío desde el punto de vista de la cohesión y la articulación entre personas y culturas diferentes, mediante instancias que promuevan experiencias de contacto con el diferente, el respeto y el conocimiento del otro" (Tedesco, J. C. 2003).

Educar ciudadanos para la paz es un trabajo interdisciplinario, que requiere paciencia y continuidad en todos los niveles del sistema educativo.

Un desafío que merece nuestra atención, nuestro compromiso moral, social y político.

Testimonios que mantienen vigencia

• Encíclica Pacem in terris - Papa Juan XXIII: " ...la paz en la Tierra no puede fundarse ni afirmarse más que en el respeto absoluto del orden establecido por Dios; por lo tanto, los educadores católicos tenemos en nuestra religión la fuerza iluminadora para trabajar por la educación para la paz, estamos especialmente educados por Cristo para ser artífices de la paz. En cada página del Evangelio y de la historia de la Iglesia, encontramos el espíritu del amor fraterno que educa poderosamente para la paz".
• Mensaje de Su Santidad Juan Pablo II para la celebración de la Jornada de la Paz. (L´Observatore Romano, 24/12/78; pág. 2)
  "Es necesario, como mínimo, apoyarse sobre principios elementales pero seguros, como son los siguientes: las cosas de los hombres deben ser tratadas con humanidad y no por la violencia. Las tensiones, las contiendas y los conflictos deben ser arreglados por negociaciones razonables y no por la fuerza, en un clima de diálogo y libre discusión.
• Mensaje del Santo Padre Juan Pablo II a los representantes de la Ciencia de la Cultura y de los Altos Estudios en la Universidad de las Naciones Unidas - Japón (L´Observatore Romano, 8/3/1981: Ciencia, Tecnología y Paz)
  "La opción política y moral que afrontamos consiste en poner todos los recursos de la mente, la ciencia y la cultura al servicio de la paz y de la construcción de una nueva sociedad, una sociedad que triunfe en la eliminación de las causas de las guerras fraticidas, dedicándose generosamente al progreso total de cada individuo y de toda la humanidad. Es cierto que los individuos y las sociedades están siempre expuestos a las pasiones de la codicia y el odio; pero hasta donde nos sea posible, intentemos eficazmente corregir las situaciones y las estructuras sociales que causan la injusticia y los conflictos. Construiremos la paz construyendo un mundo más humano. A la luz de esta esperanza, el mundo científico, cultural y universitario tienen un papel eminente que cumplir. La paz es uno de los más elevados logros de la cultura y por esta razón merece toda nuestra energía intelectual y espiritual".

Recientemente, en el encuentro que Su Santidad Juan Pablo II mantuvo con 600.000 jóvenes de todo el mundo, en Madrid (mayo 2003), reiteró su firme compromiso contra "la violencia y la guerra que provoca, todavía en nuestros días, odio y muerte..." y llamó a "alejarse del racismo y la intolerancia".

Prof. Jorge Ratto
Director de EGB de la
Escuela Argentina Modelo