 Nos ocuparemos de la actividad docente y su relación con el establecimiento de la ley y del orden como complemento de su tarea formativa. La instrumentación de las normas permite muchas veces que el alumno viva experiencias distintas a las del modelo familiar. La postura de límites puede ser resistida por los alumnos por múltiples razones una de ellas la enunciamos en la entrega anterior: cuando uno es "confundido" con alguien de la historia de la otra persona y no representa para el otro quien uno realmente es.
Norita profesora de EGB recibe nuevos alumnos. Al devolver una evaluación escrita un alumno intenta manotear el examen de una compañera amiga de él ausente, supuestamente para saber como le había ido. La docente lo frena argumentando que él no tiene derecho sin autorización de la compañera. El chico responde desafiantemente. Amenaza a la docente "verse después en la calle". Días después Norita sale de un comercio e imprevistamente se topa con el chico en la calle. "No querías verme fuera de colegio aquí estoy", le dice "¿qué te pasa conmigo? Vos me maltrataste siendo que yo siempre te trate con respeto, algo te pasa a vos que no podes diferenciar quien te trata bien de quien te trata mal". El chico cabizbajo salió con "el rabo entre las patas". Posteriormente en el colegio Norita se enteró que el chico tenía un prontuario judicial.
Cuáles son las diferentes observaciones del caso: la instrumentación adecuada de la norma permite reconocer la autoridad y aceptar los límites "todo lo que yo quiero no se puede". La postura de límite permite reconocer la existencia de una diferencia entre él y el otro. Mas allá que Norita sea mujer cuando imparte autoridad funciona como un padre. Ella también le muestra el valor del cuidado y el respeto por el otro.
Para Norita la actividad docente excede el ámbito y horario institucional. Si bien en una primera escucha el desafío del chico parece pendenciero, también puede interpretarse como: "Te desafío a demostrarme si yo sólo existo para vos en la hora de clase o si ocupo otro lugar en tu cabeza".
Demás esta decir que la autoridad no tiene nada que ver con la denigración ni con cualquier maltrato psicológico o físico, evidente o sutil. Son condiciones para el ejercicio de la autoridad el respeto por el otro, la claridad, la previsibilidad y la constancia. No lo entendemos como represión sino como un acto de amor.
Más allá de las condiciones sociales y económicas de los alumnos las carencias son dables en cualquier medio. Muchos niños provienen de hogares con diverso tipo de conflictos y el pasaje por la escuela es a veces la única posibilidad de vivir una experiencia reparatoria que hasta podría cambiarles el rumbo de sus vidas. Esta posibilidad de cambiar la vida de un individuo representa un peso adicional en la responsabilidad de los docentes y también depara satisfacciones.
Psic. Beatriz Miramón y Psic. Gabriel Barna |
