EDELAP es la distribuidora
eléctrica en los partidos de La Plata , Berisso,
Ensenada, Magdalena, Punta Indio y Coronel Brandsen
brindando hoy el servicio eléctrico a aproximadamente
277.000 clientes.
EDELAP entiende a la
responsabilidad social como el accionar de una empresa
que en la búsqueda de un beneficio económico contribuye
al mejoramiento de la sociedad. Esto implica el
compromiso continuo de la empresa de actuar éticamente y
contribuir al crecimiento económico al mismo tiempo que
mejora la calidad de vida de sus empleados y de sus
familias, así como de la comunidad local y de la
sociedad en general.
Apoya el programa "Los Talentos del
Futuro", que lleva adelante la Fundación
Internacional Talentos para la Vida, junto a otras
empresas e instituciones que se preocupan por la
Prevención en Seguridad en las Instituciones
Educativas.
Unilever se incorpora a Talentos
para la Vida para apoyar el programa "XXI: El
Siglo de la Nutrición" tanto con los productos
AdeS como con los productos
Hellmann's.
Unilever es uno de los
proveedores líder del mundo de productos de consumo.
Tiene un portfolio de marcas que son populares en todo
el mundo, además de productos regionales y variedades
locales de productos con nombres famosos. Dicha
diversidad es el resultado de dos fortalezas clave:
raíces fuertes en los mercados locales y conocimiento
directo de la cultura local, y experiencia empresarial
de nivel mundial aplicada internacionalmente para servir
a los consumidores en todas partes.
Además, esta empresa tiene un fuerte sentido de
responsabilidad con respecto a las comunidades donde se
desarrollan. Trabaja para manejarse con integridad,
respetando a empleados, consumidores y al medio ambiente
que nos rodea..
Hellmann's es la única marca que
hace de las comidas una experiencia única e
irresistible. Ofrece productos que agregan sabor,
textura y placer a cada comida: en la mesa, en un asado
ó en un picnic. Con la marca
Ketchup, cumple con su
compromiso de máxima calidad en sus productos, y le pone
color a las comidas; tanto en su sabor tradicional ó
HOT, si se gusta de picantes.
A 60 kilómetros al oeste de Buenos Aires se halla
la villa de Luján. En 1630 no había en aquel paraje
ningún rastro de población y sólo era frecuentado por
las caravanas de carretas y las rescuas de mulas
tucumanas que bajaban o subían del puerto de Buenos
Aires.
Sucedió que un portugués dueño de una estancia, a
cuarenta leguas de la ciudad, trató de erigir en ella
una modesta capilla dedicada a la Inmaculada Concepción
de la Virgen. Para esto le pidió a un amigo de Brasil
que le envíe una imagen pequeña de la Virgen en aquel
misterio. Su amigo le envió dos imágenes en bulto: una
que representaba a María en su Inmaculada Concepción y
que hoy se venera en el santuario de Luján, y otra que
tenía en sus brazos al Niño Jesús y ahora es venerada en
Sumampa.
Partió entonces de Buenos Aires el encargado de
conducir las imágenes. En la tarde del tercer día se
detuvo la caravana para pasar la noche y al día
siguiente el conductor de las imágenes preparó los
bueyes para proseguir el viaje pero éstos no se movían.
Vinieron en su ayuda troperos y peones pero no tuvieron
suerte. Finalmente juzgaron que era necesario aliviar el
peso de la carreta. Descargaron las imágenes y en ese
momento los bueyes pudieron moverse con facilidad.
Queriendo cerciorarse si el obstáculo provenía de las
imágenes las pusieron nuevamente en la carreta y no se
pudo mover. Entonces viendo que las imágenes se querían
quedar en aquel lugar decidieron que una de ellas
permaneciera en la Cañada y la entregaron al dueño de
esas tierras. La fama del prodigio corrió hasta Buenos
Aires y no faltaron quienes emprendieron un viaje a
Luján para contemplar la imagen.
En 1887 la imagen fue coronada canónicamente por
el Papa León XIII.
Un grito
sagrado
Desde su creación, el
nombre de nuestro himno tuvo varias denominaciones:
"Marcha Patriótica", "Canción Patriótica Nacional", y
"Canción Patriótica", hasta que en 1847 se lo llamó
definitivamente "Himno Nacional Argentino". La letra del
Himno (que se cantó por primera vez en la casa de
Mariquita Sánchez de Thompson el 14 de mayo de 1813)
estuvo a cargo de Vicente López y Planes y la música fue
compuesta por Blas Parera. La mayoría de las 76 líneas
originales se refieren a los deseos de libertad e
independencia de la Argentina y otros pueblos de
América, con desprecio por el dominio de
España.
Con el correr de los años
fue desapareciendo el furor anti-ibérico y creciendo los
objetivos de acercamiento a la madre patria, por lo que
muchos de los versos de nuestro Himno perdieron
objetividad desde la perspectiva de los nuevos tiempos.
Tan así fue que en el año 1900 el presidente Julio A.
Roca firmó el siguiente decreto:
"Dado que, sin producir
alteraciones en el texto del Himno Nacional, hay en él
estrofas que responden perfectamente al concepto que
universalmente tienen las naciones respecto de sus
himnos en tiempo de paz y que armonizan con la
tranquilidad y la dignidad de millares de españoles que
comparten nuestra existencia, las que pueden y deben
preferirse para ser cantadas en las festividades
oficiales, por cuanto respetan las tradiciones y la ley
sin ofensa de nadie; el presidente de la República, en
acuerdo de ministros, decreta que en las fiestas
oficiales o públicas, así como en los colegios y
escuelas del Estado, sólo se cantarán la primera y la
última cuarteta y el coro de la canción nacional
sancionada por la Asamblea General el 11 de marzo de
1813".
Facsímil del ejemplar adquirido por la
Caja Nacional de Ahorro Postal y donado al Museo
Histórico Nacional. Con arreglos de Juan Pedro
Esnaola. Año 1860.
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