Carta
a un familiar querido
Querido
país:
Hoy sentí la necesidad de escribirte para que sepas que yo, Diego, estoy
orgulloso de ser tu hijo y que jamás podría abandonarte.
Sos el territorio más lindo, tenés tierras fértiles, montañas,
nieve, calor, ¡Las cataratas!, los glaciares, todo lo que podemos pedir
vos nos lo brindas.
Tenés un pueblo en su gran mayoría hermoso, solidario, que siempre
encuentra que dar cuando un hermano sufre. ¿Los corruptos?, si, existen,
son ese grupo de dinosaurios que desde hace rato nos vienen gobernando. No les
temas, pronto tendrán su castigo y te prometo que mi generación
no te manchará, sabrá votar y sabrá gobernar, haciendo
de vos un país maravilloso donde todos tengan las mismas posibilidades
y que no se tengan que hacer más campañas solidarias, ya que todos
vamos a tener las necesidades mínimas satisfechas. Eso te lo prometo,
ya que sufrimos en carne propia el dolor del hambre, el desempleo, la injusticia
social y no queremos eso nunca más.
Quiero que sepas que en mi hogar tenés cuatro argentinos de verdad, que
no lloramos por el depósito a plazo fijo perdido por 10 años,
o si no nos alcanza el dinero para comprar cuando queremos la zapatilla de todos
los días. Si es por tu bien, bienvenida sea la malaria.
Para finalizar quiero que sepas que jamás te voy a abandonar, bien sabés
lo que me dolió vivir dos años lejos tuyo, cuando a papá
a Chile lo mandaron a trabajar y te juro que sólo me sentí entero
cuando te vine a visitar.
Te ofrezco mí vida, cuerpo, sangre y alma, para lo que gustes mandar.
Prefrero ser muerto enterrado antes de ver otra bandera en tus tierras clavada
y que pierdas tu independencia, o sea, mi libertad,
Le agradezco a mí mamá que me enseñó a amarte tanto
y que ser argentino es parte de mi identidad, que jamás podré
borrar.
No te molesto más, amada tierra argentina, solo me queda decirte: acá
estoy para lo que pueda hacerte falta y que estoy orgulloso de ser 100% tuyo.
Diego Giraldi
Colegio Dardo Rocha
Acassuso, Buenos Aires